domingo, 15 de mayo de 2011

4 Maneras de estar activo después de los 65 años


Resistencia, fortalecimiento, equilibrio y estiramiento conforman el combo ideal para quienes comienzan una rutina en la llamada juventud prolongada que comienza a los 65 años de edad


Comenzar un plan de entrenamiento cuando se supera la barrera de los 65 años de edad es una determinación positiva de vida. Así que manos a la obra si ha dicho que sí a esta idea de anotarse en el combo de los cuatro retos para ganar salud.

Cualquier ejercicio que acelere la respiración es aconsejable. Es lo que se conoce como resistencia, la primera de las cuatro formas de sacar provecho de la actividad física, según las recomendaciones del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento, adscrito a la red de institutos de salud pública de Estados Unidos.

La resistencia, apunta esa institución, fortalece la energía y control. De hecho, como se trata de advertencias para la gente de juventud prolongada, no se requiere estar activo durante todo el período que dure el ejercicio. Por ejemplo, si la rutina diaria dura 30 minutos, bastan 10 de forma consecutiva para lograr el objetivo.

Una buena manera de saber si usted realiza el ejercicio de forma adecuada se revela si al hablar no tiene ningún problema: quiere decir que no se está esforzando. Si el caso es que no puede decir ni un apalabra, entonces es que hay demasiada carga en el reto.


El segundo reto es el fortalecimiento. Cuando los músculos se hacen fuertes, entonces el adulto mayor puede levantarse de su silla, realizar algunas labores domésticas y cargas a los nietos, dice el portal Medlineplus, donde se aloja la información del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento.

"El mantener los músculos en forma, ayuda a prevenir caídas que ocasionan problemas como una rotura o fractura de cadera", indica el site. "Cuando los músculos de las piernas y de las caderas están fuertes, hay menos probabilidades de que ocurra una caída".

Aunque el tercer reto podría resultar complejo, con intentarlo nada se píerde. Al contrario puede ganar el equilibrio. Pararse en un pie, y luego en el otro sería la forma de iniciarse. Otra idea es levantarse de la silla, pero sin apoyarse en las manos ni de los brazos. El INSE sostiene que otra manera de ganar confianza es caminar en línea recta con un pie delante del otro, estarrozando con los dedos el talón mientras se desplaza.

Y el cuarto reto sería el estiramiento, cuyo objetivo es hacerle obtener flexibilidad a su cuerpo. Contar con la flexibilidad posibilita situaciones que parecen fáciles, aunque no todos pueden, como doblarse para anudar los cordones de los zapatos o mirar por encima del hombro cuando retrocede en el vehículo.
No olvide que antes de hacer rutinas de estiramientos debe haber cumplido el ciclo de caminatas.

Fuente: Revista Estampas,15-05-2011

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